domingo, 22 de enero de 2017

Lo que fue Bici en la Cima 4.0

Lo que fue Bici en la Cima 4.0

Por Andrés Felipe Vergara B.
@AndresVergaraB
#BiciEnLaCima

Hacer una travesía en bicicleta por el sur de Colombia era algo que hace unos años no parecía tener sentido. Era una zona del país aislada por la violencia. Una parte de nuestro país que parecía vetada.

Alguna vez había tenido la oportunidad de pedalear hasta Ecuador, y en esa oportunidad tomamos la carretera panamericana. Eso fue en 2005, y  en medio de algo de miedo, pasamos por Popayán, Patía, Chachaguí, Pasto e Ipiales. No era posible siquiera asomarse a mirar más allá de la vía principal. 

A San Agustín suelen llegar ciclistas
expedicionarios procedentes de otras
partes del planeta
En otra oportunidad, en enero de 2011, tuve la oportunidad de iniciar el año en San Agustín y, con mi amigo Alejandro Osorno, recorrimos algunas de las carreteras aledañas a este pueblo. En aquella vez, vimos varios ciclistas con muchas alforjas venir de Popayán. Revisando el mapa vimos que había una vía que venía de Popayán. Fue cuando dije, algún día tengo que pedalear esa carretera.

Fue así como en estos tres años de Bici en la Cima, siempre me soñaba con hacer algo por el sur del país. Siempre tocaba aplazar y esperar a que las condiciones de seguridad se dieran. Pero en mis tiempos libres aproveché para detallar los mapas y aproveché para dibujar posibles rutas y así proponer algo retador, que nos permitiera una vez más conocer nuestro país desde nuestras bicicletas.

En nuestras reuniones siempre primó
el buen humor
De tal forma que cuando iniciamos nuestras primeras reuniones y entrenamientos para entre todos crear lo que sería Bici en la Cima 4.0, no dudé en proponer una expedición que incluyera los departamento del Cauca, Huila, Putumayo y Nariño.

Personas del ejército nos dijeron que la zona estaba tranquila. Ya con eso resuelto, nos pusimos a trabajar en lo que resultó Bici en la Cima 4.0…

Así fue de Mocoa a Sibundoy.
El Trampolín de la Muerte
Bici en la Cima 4.0 fue mi 9 expedición en bicicleta por Colombia, y me atrevo a decir que es la más dura que he hecho. Lo digo por las subidas, por los terrenos, por lo extenso de algunas etapas y por lo que significó. Logramos cosas impresionantes física y mentalmente, como por ejemplo atravesar extensos páramos bajo la lluvia, hacer etapas de más 170 kilómetros o lograr hacer el mítico trampolín de la muerte entre Mocoa y Sibundoy en el Putumayo. Pero gracias a un equipo de personas maravillosas y entusiastas, quienes nos dábamos  apoyo y moral, logramos lo que es una
 gesta. 

De esta aventura hay cientos de anécdotas y de historias por compartir. Fue una de las experiencias más gratificantes de nuestras vidas. Las narraciones plasmadas en este blog son recuerdos
Con Luisa cantábamos los Buenos Tiempos
mientras pedaleábamos
maravillosos de muchas de esas situaciones que nos ocurrieron en la travesía. Pero quiero hacer algunos comentarios...

Bici en la Cima 4.0 fue una travesía por cuatro departamentos –Cauca, Huila, Putumayo y Nariño- en la que pedaleamos por varios pisos térmicos en donde predominó el frío y la lluvia. Nos deleitamos atravesando extensos páramos, oyendo, viendo y sintiendo el agua, y nos llamó la atención ver tantos bosques vírgenes en alturas superiores a la del páramo. Disfrutamos de regiones fértiles, bien preservadas. Ojalá esto siga intacto. Pero también sufrimos con los cientos de kilómetros destapados, no del destapado chévere de pedalear, sino este era con mucha piedra en el que en algunos momentos nuestra velocidad promedio fue de 5km/h, que sumado al frío, hacía duro el pedaleo.
Subiendo al Puracé, vimos el
Nevado del Huila

La naturaleza no paró de sorprender. Recuerdo mucho el ascenso al volcán del Puracé, desde donde se alcanza a ver el nevado del Huila. Tuvimos la oportunidad de cruzar ríos muy importantes como el Cauca y el Magdalena cuando aún no han sido convertidos en basureros andantes, y el Caquetá cuando ya es un monstruo. Si uno mira el mapa de la travesía, lo que hicimos fue bordear el macizo colombiano. Impresionante.

También nos disfrutamos algunas ciudades.

Popayán –la ciudad blanca de Colombia- volvió a sorprender. Fue un gusto caminar sus calles, tomarnos varios cafés, oír sus historias y deleitarnos con su gastronomía. En San Agustín tuvimos la oportunidad de caminar el parque arqueológico que sigue siendo impresionante. En Mocoa fuimos recibidos en pleno carnaval; el cansancio de la etapa de 177 kilómetros pasó
Así llegamos a Mocoa, blancos y negros.
a un segundo plano gracias a la algarabía de sus calles. La Laguna de la Cocha fue un excelente descanso de dos noches para poder caminar, variar el menú, y comer deliciosos postres propios del lugar. Y las pocas horas en Pasto, carajo, llegamos a Pasto, y en Ipiales fueron maravillosas. De Nariño vuelvo a llevarme el recuerdo de su gente amable.
Esto es Colombia 











También quiero agradecer a quienes aportaron para hacer realidad nuestros sueño. 

Agradecimientos especiales a 14 Ochomiles por los Hads que fueron de gran utilidad en todos los climas y siempre que el sol nos atacaba. Pero sobretodo agradecerles porque su lema de “(re) vivir afuera” es algo que compartimos y que constantemente estamos ejerciendo en nuestras vidas con nuestro ejemplo. Agradecemos también a Welcome (Specialized) por las labores logísticas del traslado de nuestras bicicletas desde Bogotá hasta Popayán y desde Pasto hasta Bogotá. Por su puesto a Chevrolet por la nave poderosa que nos prestaron y que sorteó diversos terrenos sin ningún problema, y que cumplió su cometido de ser un apoyo fundamental en la travesía. Y a Mejor en Bici, que nació gracias a otras travesías en bicicleta, y porque su doctor bici hizo que varias de las bicicletas estuvieran 1a.

Agradecimiento a toda la familia Salamanca Mora. Con un cariño y dedicación, y porque con su compañía y cuidado, fueron una ayuda fundamental para el éxito de Bici en la Cima 4.0. Además, gran tour gastronómico el que nos hicieron en Túquerres y en Pasto. Ya puedo decir que probé el
Cuy.

Aprovechar para saludar a nuestras familias y amigos que siempre estuvieron pendientes de nosotros, que se encargaron de enviarnos buena vibra. 

Quiero hacer un reconocimiento especial para Natalia Gutiérrez y para Andrea Prieto, las dos niñas de la logística que desde el carro resolvieron todo, nos alimentaron y nos hidrataron, nos alcahuetearon, nos premiaron. En momentos de debilidad, de maluquera, siempre estuvieron muy pendientes de todos. Gracias totales, y espero en otra oportunidad verlas ya no en el carro sino montando bicicleta.

La llegada a Pasto, carajo.
Por supuesto, un agradecimiento a todos y cada uno de los miembros de Bici en la Cima 4.0 que hicieron posible esta travesía, con quienes compartimos buenos tiempos, alegrías, canciones y muchas historias. Son personas maravillosas, líderes y colombianos que tienen mucho para aportar para sacar adelante este país. Espero la vida nos siga manteniendo unidos para seguir emprendiendo aventuras similares.

Por último, agradecer a Dios y a Colombia, por hacernos colombianos orgullosos y por tener ese espíritu aventurero que nos motiva para hacer este tipo de cosas. Lo que hacemos lo hacemos como homenaje al creador y a este país.


1 comentario:

  1. Felicitaciones! me alegra mucho cada una de sus expediciones y el entusiasmo que le ponen a moverse en bici por Colombia. Abrazos!!!

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