lunes, 16 de enero de 2017

Etapa 7: Laguna de Cocha - Pasto

Escrito Por: Luisa Mora

#BiciEnLaCima

Hoy es el día en el que ya, cada uno de las 18 personas que fuimos parte de esta aventura, piensa, analiza y habla sobre lo que ha sido el 2017. Podemos decir que llevamos más horas del año sobre una bicicleta conociendo las carreteras y personajes de nuestro país, que lo que llevamos caminando.

La última etapa de La Bici en la Cima versión 4.0 tuvo origen en una larga discusión sobre la razón de la expedición que se inclinaba entre; llegar todos juntos a Pasto o separarnos para que algunos llegarán a la frontera, reto que no todos nos sentíamos en la capacidad de lograr. Estas discusiones solo nos enseñan a vivir. Finalmente, nos dormimos pensando que unos de nosotros llegarían sobre sus bicicletas hasta Ipiales y los otros los acompañaríamos hasta Pasto.

Hospedaje en la Laguna de la Cocha


Nos levantamos muy madrugados (4:00am) en un lugar que para mí sigue siendo una fantasía pastusa en la mitad de la nada: La Cocha. Recorrimos su única calle con el resplandor de Pasto como guía y nuestras sombras alargadas producidas por la seguridad de la camioneta a nuestras espaldas. Esas luces que ya nos habían acompañado en varias ocasiones en las madrugadas y cuando nos cogía la noche. Esas sombras me daban tranquilidad: saber que Guty y Andre iban atrás mío, me permitían estar con el cuerpo y la mente 100% en la carretera, en mis sentimientos, respiración y presencia.

Al llegar a Pasto, después del amanecer, decidimos seguir como equipo y parar todos juntos en Pasto, entregar las bicicletas, desayunar e ir descansando a Ipiales a conocer las Lajas.

Se sentía un ambiente de nostalgia, nuestro último desayuno juntos, últimos pedalazos, pero siempre pensando más allá. Pensando en estos días tan impresionantes, días que parecen semanas, conversaciones y pensamiento que parecen de otro planeta.

Al llegar a Ipiales, sentimos una satisfaccion muy grande, un sentimiento complementario al de los primeros días. Pensar en la salida de Popayán siento como si hubiera vivido al máximo cada kilómetro, cada mirada con alguien, cada conversación, cada sentimiento.

Santuario de la Lajas - Ipiales

La familia Salamanca, me impresionó: estuvieron pendientes, entregados, disfrutando y entendiendo cada momento de esta travesía, siempre sonrientes y listos a ayudarnos y así terminó esto: en un comedor, comiendo cordero para después, la entrega de medallas que nos ayudan a dimensionar lo logrado y lo que queremos seguir logrando: éramos 14 ciclistas con la bandera de Colombia alrededor del cuello, muestra de nuestra entrega y pasión para recorrerla y conocerla.

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