sábado, 7 de enero de 2017

Etapa 3 Coconuco - San Agustín

Escrito por: Santiago Linares
Instagram y Twitter: SantiLinares04

#BiciEnLaCima


Son las 4:45 de la mañana y la alarma nos indica que una nueva jornada de Bici en la Cima debe comenzar. Nos pusimos nuestros atuendos ciclistas para afrontar lo que en el papel pasaría como una etapa de transición, luego de la agreste escalada al volcán que habíamos realizado el día anterior. Las 5:15 am era la hora establecida para el punto de encuentro frente a la panadería que nos había brindado sus servicios la noche anterior, el plan consistía en tomar el desayuno en la misma panadería a las 5:30 y tomar la carretera con los primeros destellos de luz del día. Claramente nada de esto pasó, la puntualidad del desayuno no fue la que estábamos esperando.

Coconuco, Barbas y Coconuco más grande

Tres perritos que bautizamos Coconuco, el Barbas, y Coconuco más grande, nos despiden juguetonamente amenazando la integridad de nuestras licras. La travesía inició cuando el sol ya se ubicaba cómodamente encima de las montañas que abrazaban y protegían a Coconuco. Así nos adentramos en un hermoso ecosistema de páramo con sus únicos y peculiares frailejones. La expedición de hoy se perfilaba como una etapa sencilla, "solo en bajada", de transición, simple. Nada más lejos de la realidad. Esperábamos ganar “algunos metros” cuando nos adentráramos en el páramo, sin embargo, fueron cerca de 600 m en 10 km lo que tuvimos que afrontar. Aunque no nos podemos quejar, fuimos testigos de unos paisajes, cascadas, y especies vegetales exclusivos de este tipo de ecosistema.

Cascada junto a la carretera

Paisaje Colombiano justo antes del paramo

Luego de subir el valle de los frailejones encontramos lo que sería una contradicción, la vegetación a nuestro alrededor se volvió sumamente frondosa cuando en realidad seguíamos ganando metros de altura. De esta manera, ingresábamos a lo que se convertiría en el tramo más inesperado, inhóspito y memorable de la etapa de hoy. El cambio la superficie de rodadura es sin duda uno de los cambios más trascendentales de esta parte de la etapa, pasamos de una superficie pavimentada de muy buena calidad a un recebo que nos martillaría las manos a un nivel de dolor que combinando con el frío sería ¡sumamente insoportable!. Esta alteración de la vía se dio porque estábamos ingresando al Parque Nacional Natural Puracé y por lo tanto el paisaje era sumamente diferente a lo acostumbrado, era un paisaje sin la más mínima intervención humana, solo montañas llenas y llenas de árboles donde no había el mínimo espacio entre ellos. Cuando cruzábamos el parque la Pachamama dejo ver otra de sus obras que nos haría el viaje un poco más "interesante". La lluvia por primera vez en todas las etapas de la Bici en la Cima caía en diferentes intensidades a medida que avanzamos. Los HADs que nos proveyó 14ochomiles fueron fundamentales para cubrir orejas, cuello, nariz y boca y hacer que la inclemencia climática que nos flagelaba fuera un poco más llevadera.  

Carretera de PNN Puracé

El camino está bordeado un una muralla de árboles que hacía muy difícil tener puntos de referencia para medir el avance en la carretera, y se repetía el mismo ciclo de trazado vial "subida-columpios-bajada-puente curvo a la derecha" nos sabíamos si nos estábamos volviendo locos o estábamos dando vueltas en círculos al ver el mismo patrón una y otra vez martillándonos las manos con frío implacable. Aquí Guti apareció como un ángel guardián en la TrailBlaizer a reabastecer recursos brindar chaquetas a quienes estaban sin sus cortavientos y darnos la grata noticia que este infernal destapado estaba a punto de acabar. Al cabo de 50 km el pavimento relucía como si fuese la luz al final de un túnel, en ese punto descansamos, tomamos agua de panela ¡que sabía a GLORIA! y reagrupamos el equipo. Los kilómetros posteriores fueron un descenso generalizado hasta llegar al Rio Magdalena donde nos aguardaba un calor diametralmente opuesto a la situación que veníamos viviendo.



Desde este punto iniciaríamos el ascenso final hasta llegar a nuestro destino del día, eran 5 km con el sol a nuestra espalda. Reagrupamos el equipo a la entrada de San Agustin, aquí teníamos que tomar una decisión difícil, almorzar o entrar al Parque Arqueológico (ya que solo contábamos con 30 minutos para ingresar al parque). Dado que San Agustín había sido escogido como sitio de descanso por este atractivo turístico, la decisión fue visitar el parque. Luego que Tortu hablando ablandó el corazón del vendedor de entradas (nos dejaron entrar a todos con tarifa de estudiante) pudimos conocer este importante legado de nuestros ancestros de la cultura San Agustín.

Parque Arqueológico de San Agustín, Huila

La tarde terminó con el muy esperado almuerzo, aquí tuvimos un debate grupal muy importante ¿debíamos continuar o tomar un día de descanso en San Agustin? la decisión no era fácil, todos estábamos demasiado cansados y sabíamos que el día de descanso estaba aún muy lejos con las etapas más duras antes de ese día. Luego de escuchar argumentos por parte y parte, la decisión fue continuar, afrontar los 156 km de la siguiente etapa y en Mocoa nuevamente deliberar si el día de descanso era necesario adelantarlo. No siendo más, llegamos al hotel y buscamos organizarnos lo más rápido posible para ganar el mayor tiempo de descanso, retomar fuerzas para encarar el día siguiente lo que seria la etapa más dura de la Bici en la Cima.

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